TRATAMIENTOS FACIALES
TRATAMIENTO CON TOXINA BOTULÍNICA
La toxina botulínica, es una neurotoxina que bloquea la transmisión nerviosa entre la neurona y el músculo, provocando la relajación de este y atenuando así las líneas de expresión y arrugas dinámicas.
Los usos más frecuentes de la toxina son la glabela, el procerus y corrugador (más conocidos como entrecejo); la región lateral de la órbita (o patas de gallo) y la región frontal (arrugas de la frente). Otros usos son el tratamiento del bruxismo e hipertrofia del masetero o la hiperhidrosis axilar o palmo-plantar (sudoración excesiva).
APLICACIONES DE LA TOXINA BOTULÍNICA
ELIMINAR ARRUGAS
Se produce la relajación de los músculos del tercio superior facial mejorando y previniendo las arrugas.
BRUXISMO
Inoculando toxina botulínica en el músculo masetero reducimos la hipertrofia e hiperfunción de éste, mejorando así la sintomatología.
SUDORACIÓN EXCESIVA
Inyectando la toxina botulínica en diferentes regiones como axilas, palmas de las manos y plantas de los pies conseguimos reducir o eliminar la hiperhidrosis o sudoración excesiva.
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OBJETIVOS CON LA TOXINA BOTULÍNICA
Los objetivos con toxina botulínica han pasado de buscar un bloqueo completo de la movilidad muscular, con caras “congeladas”, a buscar un bloqueo con dosis más ajustadas y conseguir un aspecto más fresco, natural, descansado y, en definitiva, más natural.